La diversidad e inclusión son valores clave en cualquier sociedad moderna, y la Universidad no es la excepción, es una responsabilidad moral, para el éxito académico y profesional de los estudiantes y el personal universitario.

La diversidad se refiere a la variedad de características, perspectivas y experiencias que aportan los miembros de una comunidad:  estas características pueden incluir la raza, el género, la orientación sexual, la religión, la edad, la discapacidad y la nacionalidad, entre otras. Por otro lado, la inclusión, se refiere a la creación de un ambiente en el que todas las personas se sientan valoradas, respetadas y apoyadas para participar plenamente en la vida universitaria.

Fomentar la diversidad e inclusión en la universidad puede tomar muchas formas. En primer lugar, la universidad puede tomar medidas para aumentar la diversidad de su comunidad estudiantil y de personal: esto puede implicar la implementación de políticas de admisión que garanticen una representación equitativa de diferentes grupos demográficos, así como la contratación activa de personas que representen los diferentes grupos diversos.

Otra forma de fomentar la diversidad e inclusión en la universidad es asegurarse de que el currículo sea inclusivo y aborde estas temáticas,: esto puede implicar la incorporación de lecturas y materiales que aborden temas de raza, género, orientación sexual , entre otros, en el plan de estudios, complementado con cursos específicos sobre estos temas.

En paralelo, la universidad puede tomar medidas para crear un ambiente inclusivo en el campus; esto puede implicar la promoción de clubes y organizaciones estudiantiles que se centren en temas de diversidad e inclusión, así como la organización de eventos y conferencias. La universidad también puede tomar medidas para asegurarse de que todos los estudiantes tengan acceso a los recursos y apoyo necesarios para tener éxito en su educación.

Fomentar la diversidad e inclusión en la universidad es importante para el bienestar y la inclusión de los miembros de la comunidad, tiene un impacto positivo en el rendimiento académico y profesional. Los estudiantes que se sienten valorados y apoyados en su identidad diversa, tienen más probabilidades de tener éxito académico y social,  siendo líderes efectivos y empáticos en sus futuras carreras.

En conclusión, con la implementación de políticas de admisión,  contratación inclusiva y un plan de estudios coherente con este enfoque (inclusivo y diverso), se crea un ambiente en el que todos los miembros de la comunidad se sientan valorados y apoyados para alcanzar su máximo potencial.